Tengo un problema sexual: Soy una bicicleta.

Las pipas "Grefusa" son gasolina para mi lívido.

Ayer, al tiempo que tragaba pedazos minúsculos de sal en forma de fruto del Helianthus annuus -que no os engañe su animoso apellido, pero por ahí van los tiros -, concebí algo revolucionario. Lo he bautizado “sexyclismo” y será, en parte, mi billete al éxito. Hasta aquí, el asunto podría considerarse intrascendente. Lo es, en cierto modo.

Las sociedades humanas acostumbran a fundar instituciones que honran a sus individuos más valiosos: la Legión de Honor en Francia, los “Sir” británicos o la Orden Jedi de la República Galáctica. Pero mi intención vital siempre fue fundar instituciones en clamor de la deshonra. Impudicos club cual panda del Torete, que se cubra de gloria cuando sean arrestados.

Cavilando entre glúcido y lípido de mi tostado manjar, advertí que ninguna Orden celebra mis dos placeres más amados. A bolsa vacia y grefusito molón, me decidí a llevar la idea a proyecto fundamentado.

Principia Suricata funda la Orden del Sexyclismo, oda al ciclismo y el sexo, cuyo fundamento principal es unir tan afamados deportes de uno, de muchos, de todos: 

PEDALEA Y MAMA, QUE SE DERRAMA

[La deducción lógica era trivial, bien podéis apreciar de ese nombre que uno lo sexual y ciclista, con un toque clitoriano y pedalesco. No pidais peras a un kitkat.]

¿Qué méritos te hacen digno del Club? El sexyclismo no es burdo, zafio ni sangrante. Es elegante y saludable. Apto para niños jovenesadultos y mayores. No buscamos el clásico ciclismo sin sillín, sino una maravilla visual, excitante pero glamurosa.

No todo el mundo podrá acceder a este arte. Se requiere equilibrio, flexibilidad, dotes orales, un par de jamones como patas que demuestren que por tu cuerpo corre sangre alimentada por un tónico vigorizante. La Orden del Sexyclismo no rechaza razas, sexos ni tendencias sexuales, pero pelirrojos no, gracias. 

Que sano es el sexo, 

que sano es el ciclismo,

 que sano es practicarlo, 

en orgia y onanismo.

La primera reunión de esta -futura- afamada Orden se realizará el 2de octubre en la Plaza Rathausmarkt de Hamburgo. ¿Hamburgo? ¿Tan lejos? Si, es mi Orden y lo celebro donde me sale del Helianthus. Como dirían aquellos famosos juglares norteños: 

"Por eso ETA, oh, oh, oh, deja follar en bicicleta".

Z.

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