Esta
oscura época nos atrapa, condenados por la ineptitud de una casta que se cree
superior, y no duda en tacharnos de subnormales una y otra y otra vez, advocados al fracaso de vivir una
existencia convencional porque a las fuerzas de la oscuridad se les ha puesto
en las narices. Obligados a ver partir las mejores mentes que ha parido una
“puta llamada España” esparciendo sus habilidades por el mundo, privándonos a
las personas de bien de disfrutar con su ingenio y compañía.
La
puta no te merece, ella lo sabe y por eso se avergüenza cada vez que te, por
eso te exilia y dispone entre su vergüenza y tu cuerpo 2000 km. Distancia que,
en el mejor de los casos, recorreríamos
en coche tardando 19 horas y 8 minutos o
412 horas a pie, un esfuerzo intolerable para tus pulmoncitos. La puta
desconoce tu talento, lo intuye y se aterroriza ante la posibilidad de verte
triunfar, porque es avariciosa, sino triunfas con ella no te deja hacerlo con
nadie.
En cualquier caso la puta no sabe cómo
pararte, cree que alejándote conseguirá su propósito pero no sabe con quién
pelea, no sabe que no se ha creado aún el obstáculo aún que pueda derribarte,
no conoce lo rápido que pedaleas, no ha
bailado contigo, no te ha oído reír, ni te ha visto llorar, no te ha abrazado,
ni sabe que puedes cubrirla con cascaras de pipa. La puta está perdida porque
es puta y ciega.
Tú
que si ves sigue hacia delante, camina recto, no importa lo que tardes, no
mires atrás. Nosotros mientras cuidamos de la puta, que le vamos a hacer, en el
fondo es nuestra madre.
PD:
Venimos todos del mismo barrizal, a la primera que podamos echaremos a correr y fuck you Spain.
Jose