martes, 1 de octubre de 2013

Explicación del encanto de Natalia Funes

Nadie hasta la fecha se había preguntado la razón por la que esta chica aparentemente sencilla y de fuerte personalidad era capaz de embelesar a cualquiera después de un descalificativo, únicamente con un beso al aire seguido de un "bonico". Pero el doctor Sam Turnedo de la universidad de Antropología de Wichita (Kansas) se lo planteó después de ser llamado "sieso" por la persona centro de esta investigación.

El doctor Turnedo se vio inmerso en un estudio de campo desde Octubre de 2011, fecha en la que esta mujer entro en su vida, después de ser acogida tras una concentración musical ocurrida en Aranda del Duero.

Como en toda investigación directa con el individuo hay que ir aproximándose al sujeto con toda la cautela posible, nunca se sabe si uno puede salir herido. El doctor recibió alguna contusión por la fuerza desmedida que ésta ejercía sobre la gente que tenía a su alrededor, al parecer estas agresiones físicas eran parte de un ritual de aceptación social en su circulo más cercano.

Una vez superado este estadio en el acercamiento el siguiente paso era confraternizar con Natalia Funes (Natalius Funesis Moradus) en un plano más cultural. El doctor Turnedo vio las reacciones del sujeto al ser expuesto a un tipo determinado de música, el indie pop-rock nacional, grupos como Lori Meyers hacían que Funes mostrara su faceta más social. El doctor era gran conocedor de este genero así que le resultó sencillo entablar una relación intelectual para ganarse su respeto. Empezó a llevar a Funes a lugares de reunión donde coincidían los denominados indies, y con ayuda de bebidas espirituosas hizo que aquellos conciertos fueran un paso clave en la investigación.

A Natalia parecia ser una entusiasta del riesgo, tanto era así que en un viaje de vuelta de estos conciertos creyó divertido observar al doctor, situado en la parte trasera del vehículo mientras se tomaba un pequeño descanso con una plácida siesta, a la vez que ella pilotaba el turismo. En el momento que el Turnedo abrió los ojos y vio la situación se planteo si debía continuar con la investigación a pesar del riesgo suponía. A estas alturas del estudio se dio cuenta de que no podía parar.

La etapa que estaba a punto de llegar haría que el doctor perdiera totalmente la objetividad en su trabajo. El científico empezó a crear unos lazos bastante afectivos con su objeto de estudio, y por ello asimiló una especie de dependencia a Funes y su apoyo, cuando el doctor se veía en problemas ella acudía con una rapidez que no era frecuente en los seres humanos. Natalia afinó su relación con el doctor gracias a la comicidad que él la aportaba.

Después de casi dos años el doctor tuvo que asumir que su investigación había acabado,  Funes se había convertido en alguien muy importante para él. Pero lo que el doctor no sabía es que pasada la época de bonanza Natalia debería emigrar hacia lugares más prósperos. Para él fue una mezcla de tristeza y alegría, porque sabía que debía dejarla marchar para que ella encontrara su sitio y poder hacer feliz a otros tanto como hizo y sigue haciendo al doctor.

Y en conmemoración por su nacimiento, Sam Turnedo ha querido hacer esta experiencia pública para advertir a quién se la cruce en su vida sepa que ha encontrado a alguien genial.


S.T.P.




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